domingo, 1 de enero de 2012

tumba de agua

Una casa inundada.

Si esto fuera un sueño
y mi caminar por este muelle fuese una metáfora,
esta casa inundada
-a la que nunca me invitaste-
sería ese hacer consciente
que ni vos sos para mí
ni yo para ti.

Una casa inundada,
sin puertas ni ventanas
penetrada absoluta por el agua
sos tú.

Aquí donde dejaste memoria de tu vida,
no queda nada.
Ojalá pudiera decir lo mismo de la casa que te construí adentro.

Habrá que abrir las compuertas del maremoto de las causalidades
para que arrase con tu hogar en mi pecho.
Habrá que abrir las compuertas del llanto
para regar la tierra seca de mis labios.
Inundar con el mar de mis ojos,
por fin y para siempre,
la esquina de corazón muerto
que había estado guardando sólo para ti.

Flores.
Quiero flores para la tumba de agua
en que el lago ha decidido borrarte.

Flores
que con su efímera existencia
mueran también sobre tu olvido.

Flores de muerto
para mis pupilas,
que no se cierren,
que apenas es el penúltimo funeral.

(Quién sabe si podré llevar la sangre a la esquina muerta de mi corazón)

Flores.
La belleza nace para después morir.
Flores.

13 kan

1 comentario:

S0y la Que No Buscas dijo...

flores, es una pena no poder ver esas bellas flores que nacen luego de nuestra muerte!


saludos!