cierro los ojos y veo tus células llenas de sangre brillar
con luz propia
al ritmo de nuestra respiración que ya es una
abandono el cuerpo
veo el mar
me disuelvo y me vuelvo espuma
me trago el agua salada de tu cuello
navego anclada en tu cintura
goteo saliva en tu ombligo
goteo salvia en tu pelvis
recupero el lenguaje ancestral del gemido
arráncame la piel
hazme mía
no me dejes descansar hasta quedarme sin voz