la noche me arde en los ojos
a lo lejos el maullido ronco de una gata en brama
no tan lejos una lavadora
¿quién lava ropa de madrugada?
sólo temo
el día que la poesía me abandone
cuando el deseo se apague
y ni siquiera el amor duela
cuando deje de saborear mi miel entre los dedos
y mi saliva no lubrique mis fantasías
No hay comentarios:
Publicar un comentario