lunes, 11 de junio de 2012

Así que pensaste matarme


convirtiendo tu lengua en cuchillo
matarme a puñaladas entre una llamada y otra
alimentando con monedas el tiempo –nunca suficiente-
para lastimarme escupiendo las esquirlas de tus palabras.
muerta estoy.
van dos días de mi velatorio
siendo mi única lloradora

¡Ay! tan pobre, tan ingenua.
tenía tantas ganas de amarte
¡Ay! la pobre
ella buscando amor y encontró nuevamente violencia.
pobre ella que pensó encontrar en tus brazos
complicidades de otras vidas, luchas inconclusas, placeres tántricos
poesía
y además de todo eso
y a pesar de todo eso
encontró otro victimario.
Pobre ella que ve adentro de las heridas
y encuentra rastros de otras puñaladas
que en cada muerte llora todas las muertes
y recuerda los detalles de cada agonía
que sus vidas pasadas se proyectan en sus párpados caídos
como un sueño roto o una película vieja.

Esta vez te tocó matarme en lugar de consolarme.
¿estarás reclamando ser asesino y único protagonista de mis lágrimas?
Venís tarde porque esas exclusividades y privilegios quedaron en vidas pasadas.
No sos el único que me trae flores.
Y las flores que hoy me han traído mis amantes
no son para mis funerales.
Me están esperando con sus vulvas abiertas
para untar sus mieles en mis labios cuando me decida resucitar.
Seré nuevamente abeja reina entre mis jardines.
y vos, otro conejo triste
que se esconde cobarde entre la tierra fumando en la pipa de evadir realidades,
o quizá un simple abejorro
al que no pienso compartirle el polen que llevo entre las piernas.

3 de junio 2012

Basta ya inconsciente


¿podrás dejar de propiciar muertes
sólo para que escriba poesía?
ya sé que las hojas de este cuaderno extrañan mi caricia de sal
pero no se morirán si dejo de calcarle otro fracaso
hacer testigo a mi bolígrafo
romperme las venas para recargarlo con mi tinta

1 de junio 2012

Plegaria en rabia


I
soy una piedrita negra
hirviendo aún porque libero RAYOS
las diosas furiosas me lanzan
en forma de energía hasta el cielo.

grito como el trueno
soy piedra de rayo
no soy persona
¿qué hago entonces en este cuerpo?
¿por qué si soy piedra tengo que interactuar con humanos?

no te acerqués que quemo
no me toqués que corto
aparte de ser piedra soy cuchillo
y me saco filo mientras alucino cómo sacarte sangre

lastimosamente soy cuchillo
doble filo – filo doble
y sangro
habité el inframundo
casa del chay
casa de cuchillos afilados
y sangro
tengo cortadas sobre cortadas
cortadas sobre cicatrices
cicatrices que nunca sanan
mis palabras SON la rabia

vivo intensa

insisto: soy piedra, no humana.

II
¿qué hago señoras de Xibalbá?
soy demonia-piedra entre simples mortales
¿qué hago?
es tan poco esta masa muscular y apenas tres litros de sangre
no puedo siquiera escapar a las bacterias que supuran mis heridas
estoy pudriéndome en vida
¿qué es este río  que llueve y nace desde mis ojos?
su sal me cuece la piel
me arden las hondonadas, las grutas, las cavernas, los abismos.
diosas - demonias señoras del inframundo
permítanme volver a casa
o sáquenme este juego de pelota del pecho
permítanme descansar hirviendo en el vientre de la tierra madre
permítanme ser tormenta de rayos
llenar el cielo con mi canto
acompañar la lluvia y las tardes grises
ser lo que soy y no esta humana
que corta y que se corta
que corta y que se corta
que corta y que se corta

16 de mayo 2012

sábado, 26 de mayo de 2012

Yo le pongo diques al océano


de tu mar con el mío
cuando te siento en entrar profunda
al cementerio de barcos naufragados.
Vos, sin embargo, no tenés reparo
en bajar buceando y subir
poniéndome en la cara
una figura de cerámica rota,
algún retrato enmohecido,
y me escupís, espuma de mar,
la fórmula de la resistencia de mis diques.

sábado, 19 de mayo de 2012

Qué sería de la poesía


sin estas crisis de muerte
que le arrebato a la vida
nada más para confirmar
que todavía soy humana
y no una de esas máquinas
que funciona a base de sueldo miserable
futbol mediocre
y noticias amarillas.

Mayo

viene con el agua
que despierta olor a tierra
que resuena en mis oídos
sobre los techos
cayendo de los cables
bajo las ruedas de la bicicleta
que musicaliza una sinfonía perfecta
entre tus piernas
la cama
un puro
y yo.

jueves, 10 de mayo de 2012

Marga



Mi mamá me mima

Mi mamá me ama

Y yo este diez de mayo

sin ninguna manualidad que regalarle.

Tampoco me dieron asueto

no puedo aprovechar para joder con mi hijismo en su día.

No quise comprar tarjetas con frases trilladas

ni regalarle flores que mueran mañana.



Por suerte para mí, y no tanto para ella,

la convertí en madre.

Por suerte para mí bebí y me alimenté con su sangre.

Por mala suerte socialmente

por engendrarme le exigen que sean abnegada.



Por fortuna Marga es insurrecta.

Por fortuna lo lleva en la sangre.

lunes, 7 de mayo de 2012

Hay dolores que no sé reales,



porque no sé dónde los siento.

Como la ausencia, por ejemplo.



¿dónde pongo lo hallado si al día siguiente se esfuma

como las cosas que una se encuentra en los sueños?

Si no te sabés sentir feliz si no sufrís

y no sabés hacerte presente

sin antes convencerme que no existís.



mejor para el sol

El sol nos encontró absorbidos en la minuciosa tarea

de despertar cada célula con la yema de los dedos,

la lengua, el aliento y los labios.

Despertar cada pedazo de cuerpo.

Hacer vibrar la no-materia entre cada pálpito.

Despertar cada rincón pero no sucumbir ante un deseo acumulado de años y dimensiones.

Conteniendo la respiración cuando los dedos se topen con la pelvis.

Recorriendo el cuello hasta donde los gemidos lo permitan.

Echándole agua a la braza que promete convertirse en orgasmo.

Hacer el amor desde la piel

vibrar como mi ombligo cuando sintoniza con el centro de la galaxia

no unir nuestros sexos sino unirnos todas.



No sea que nos desintegremos de una vez y para siempre

y nos convirtamos en luz u obscuridad

y quede atrás este envoltorio como testimonio

de nuestra existencia orgánica en este triste mundo.

No sea que hayamos resuelto el destino demasiado pronto

y se extinga este pedazo de paraíso después de dormir

o de morir.

miércoles, 25 de abril de 2012

Pacoli

Te recuerdo desde siempre con la cabeza blanca
y olor a tabaco,
un manojo robusto de llaves
y tus dedos haciendo música de máquina de escribir.
Así aprendí que la poesía es como una canción
y que lo que una escribe no debe borrarse nunca.

Eras tan poeta
que aún y cuando el olvido comenzó a comerte la memoria
recitabas
tus versos perfectos
tus rimas impecables.

Inventaste libreras en cualquier rincón imposible.
Tu casa y tres mil libros
tu voz y mil cuentos.
Tu dolor grande
tu lamento chiquito.

Abuelito Paco
morimos todos un poco
cuando nos olvidaste,
cuando el alzheimer te robó de nuestro tiempo.
Sé que me observas desde mi ombligo,
cómo lloro por vos esta letras tristes.
Y te siento vivo,
riendo y corrigiendo,
mis relojes atrasados
mis incorrecciones gramaticales.

Como siempre,
y como tú también,
sólo aprendí a llorar tarde.
No lloré cuando los ladrillos te sepultaron para siempre,
ni cuando entre toda la nietada
redactamos el epígrafe de tu lápida.
Pero aquí estoy llorando como niña,
al menos es con poesía
mi mentor de la palabra.

Pero te llevo en la piel,
te dibujé cerca de mi corazón, abuelito
vas volando junto a Rebeca y Marta.
Yo les acompaño o quizá ustedes me acompañan a mí
mientras voy navegando
en  un velero que se llama
libertad.

martes, 24 de abril de 2012

amor caracol

¿Quién puede comprender las espirales?
Quizá en el centro del universo se encuentre el origen de todo
quizá esa espiral nazca en mi ombligo.
Yo sólo sé que un día X por un motivo X
entré a un estudio en el preciso instante
en que una aguja estaba a punto de penetrar tu piel
para dibujar un caracol.
Sólo sé que me salvaste de caer en una espiral de muerte
y que tomaste mi mano cuando casi me ahogo
en un diluvio de lágrimas lloradas a destiempo.
Y que al siguiente día corrimos tras de un arcoiris
que no se dejó atrapar nunca.
Como las utopías.
Como el beso que no te puedo dar.
Porque vos y yo
transcurrimos ya la misma espiral miles de veces
y cómo me ha costado verte en esta vida
como lo que sos.
Pero mi ombligo palpita
porque esta espiral se reconoce
reconocida por tus dedos.
Yo a ti te conozco
yo luché contigo
yo di mi última vida
porque creí en nuestra utopía.
Y esta bruja que contengo
te sabe
proveedor de hongos para mis conjuros.
Y mis ojos que en esta vida hacen como que no te ven
están derritiéndose
derramándose donde yo no los vea
porque te quieren ver y no te miran.
¿Cómo te explico?
No entiendo las espirales
pero mientras sentía la que me nace dentro
te vi allí en el fondo
observándome
y me di cuenta
que no quiero vivir sin ti.

8 tijax 

lunes, 16 de abril de 2012

Refugio mensual

La lluvia y mi cuerpo te recuerdan
como ese refugio antibombas
como el silencio en el ojo de un huracán
como un bálsamo que hacía sangrar las heridas
un poco menos
un poco más.

Mi piel sabe que tu tacto vino a salvarla de su propia tristeza
y de la inminente posibilidad que se cerrara a las caricias para siempre.

Hemos amanecido,
por casi un año ya,
con nuestros cuerpos sangrantes
bañados con sudor de nube
apretándonos
conteniendo hemorragias
de vez en cuando
de vez en mes.

Quizás por eso
después de cada noche de nuestras noches
amanezco
un poco menos muerta

jueves, 12 de abril de 2012

Retrato que muere



Yo hacía como que había estudiado mucho
porque en realidad no había estudiado tanto.
Wagner esperaba su turno para su respectiva casaca.
Pero me observaba.
Y tatuó una naranja
con mi gesto,
con poesía y gaviotas en la boca.
Y a mí se me estremeció el espíritu
y pequé robando su postre.
Tengo un testimonio efímero
que vivo dentro del fruto de un árbol.
Soy una mujer habitada.
Pero me alegro que este retrato
a diferencia de las fotos
-donde fetichizo mi estética-
muera cuando la naranja termine de arrugarse.
Esta belleza contingente de volverse polvo
morirá con mi retrato tatuado en su brazo izquierdo.
Morirá como todo
salvándome de la permanencia de mi vanidad.
Dulce muerte. Dulce impermanencia.
Si he de llorar que sean lágrimas de jugo de naranja
tengo un retrato que morirá como mi piel
que morirá
como todo.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Wendy

Wendy se me ha metido en los deseos

la siento vibrando entre mis piernas

mientras fantaseo cómo será olerla y lamerla.

Wendy está rasgando mi piel con sus agujas

promete jugar a lastimarme

y yo juro convertir en orgasmos sus besos punzantes.

jueves, 22 de marzo de 2012

No tengo nada que entregarte

Jamás le he puesto precio a mi libertad
pero insisten en querer comprarla.
No estoy dispuesta siquiera a negociarla.
Dicho eso,
tengo que contarte
que me gusta aprender por el camino del mal.
Que si la cosa no se pone intensa, me da hueva.
Que me erotiza el tacto de una piel marcada con tinta,
y las agujas me dan escalofríos en la cintura.
Que nací con siete muertes y apenas voy por la segunda.
Que a varios espíritus les gusta mi compañía.
Que lloro cuando algo me parece injusto,
y que mis lágrimas fluyen infinitas.
Que odio a la derecha
los militares
los que dicen indio
los que me nombran su mujer
el futbol de un continente distante
la autoridad
la gente que olvida que es animal
y los dogmas.
Si aún con las aclaraciones del caso
insistís en que te robe los besos
que no te duela cuando te diga – te lo dije
porque te lo estoy diciendo.

martes, 20 de marzo de 2012

Hoy empieza la primavera

y amaneció el cielo llorando gotitas tiernas.

Demasiado vino y el disco aquel que me regalaste.
Despertarse así,
con tanto frío y sola,
me pone como el cielo cuando empieza la primavera.

20 de marzo / 1 kat

No importa cuántas veces la arranque,

irrumpe entre el morado y el peinado casi perfecto.
Asoma escandalosa
blanca como conejito amenazando saltar directo a mis ojos
rebota con toda su impertinencia en mi reflejo.
Renace,
aunque la arranque
renace
la muy hija de puta
a recordarme
que mis quince años están a punto de doblarse.

20 de marzo / 1 kat

viernes, 16 de marzo de 2012

I

Eran las 6 y 20 de la tarde.
Vi el reloj,
nunca había escuchado a tantos pájaros cantar en la ciudad.
Tuve que abrir completas las ventanas del carro
y dejar salir el hornazo.
-Qué memorable antesala- pensé,
mientras doblaba a la derecha
justo antes de parquear mi carro
y bajar a verte.
II
Dos botellas de vino fueron necesarias
para que las lenguas se entendieran mejor
que tanta indirecta por chat en facebook.
Las manos, las pieles, las narices
el cuerpo entero
son más gatos de madrugada.
Se tocan, se sienten, se huelen,
se unen.
Somos animales.
(es una lástima tener que interrumpirnos para buscar barreras protectoras de nuestros placeres)
Comuniquémonos así
nuestros cuerpos saben mejor qué hacer.
Dame tus pupilas dilatadas frente a mis ojos
te regalo mis maullidos escandalosos.

16 de marzo / 7 b’atz’

martes, 13 de marzo de 2012

El vacío de una casa en mis oídos

El frío.
Ojos que se niegan a cerrarse.
Nadie espera mi llamada.
Si esta hoja no extrañara mi mano que la acaricia con tinta,
me dejaría sentir que mi existencia no le hace falta a nadie.
Para qué llorar y hacer dramas,
si se las traga el abismo detrás de la puerta.

Este silencio golpea,
esta casa vacía me lastima.
Este cuerpo, por fin libre,
se siente tan triste sin sus adicciones.

No deseo. No me desean.
Pensé que vendría la alegría con un coro de ángeles a celebrar mi autonomía.
Se la habrá tragado el abismo.

Felicitaciones mujer.
A vacía suena la fiesta de tu soledad.

II
¿Quién tiene fuerzas para levantar este cuerpo de la cama?
No hemos terminado de velarlo.
Detrás de los ojos siguen agolpadas las lágrimas.

13 de marzo / 4 q’anil

miércoles, 7 de marzo de 2012

Nacer mujer en este universo, en este planeta, en esta franja de tierra

Las relaciones sociales reproducidas a lo largo del devenir de la sociedad, tal y como la conocemos, y como no, ha estado mediado por relaciones de poder. Se otorga o se acepta, se impone y reproduce. Los seres humanos en masa, tan cortos de creatividad, han dado por asumir roles preestablecidos. Moldes hechos al gusto y gana de los sectores más poderosos en las relaciones desiguales. De tal forma, para evitar que una se vaya por la libre, han hecho moldes rosados para las nenas y azules para los nenes. Es la primera imposición de poder sobre nuestros cuerpos. Apenas recién salidas del horno nos invisten con un color que determina nuestra primera posición como subordinadas si somos mujeres, y dominadores si son hombres. No somos quienes queremos ser, sino quienes nos enseñan que somos. Aprendemos a desarrollarnos bajo el ojo del dominio que nos castiga si queremos ser distintas llamándonos y tratándonos como desviadas, histéricas, volteadas o feminazis. Nombran como enfermedad el ejercicio de la libertad. Subvertir este dominio primario tiene consecuencias que nos pesan en el espíritu durante toda la vida. Y es que donde hay dominio, siempre hay resistencia. Y para que haya resistencia debe haber conciencia de la opresión. ¿La tenemos? Porque que ser universitarias no nos salva de ese destino manifiesto al que aspiran nuestras familias y las legiones religiosas y autoritarias, celadoras de la tradición cavernícola: vernos de vestido blanco, sin vida propia y proveyendo manitas para el capital.
¿Qué es lo que ha hecho ese sistema de dominación que llamamos patriarcado, para dominarnos? No creamos que no se la han pensado incesantemente. No es tan fácil someter a poco más de la mitad de población. Y por ser un sistema de dominación tan antiguo como el origen de la división social del trabajo, sus métodos son bastante arcaicos, pero sutiles. Entierran nuestro ombligo en la cocina y no matan gallinas cuando nacemos. No nos mandan a la escuela y nos dejan cuidando hermanitos. No nos dejan subir a los árboles o jugar con carritos. No nos dejan soñar con un futuro nuestro, sino de sirvientas o accesorio para el marido. “Su mujer” nos llaman. Nos enseñan a ser subordinadas, y nosotras nos lo creemos y lo reproducimos entre nosotras. Por si no es suficiente la imposición de un ser divino a la humanidad en general, han creado para nosotras una propia imagen icónica y divina. María, Mariam y santas. Blancas y puras, abnegadas y sencillas, humildes y sobrias. Que no estorban sino enaltecen a su señor.
Y vacían de contenido fechas simbólicas como el “día internacional de la mujer” para que sigamos repitiendo una paleta de cualidades que no nos pertenecen como género, porque somos más que el cuerpo y cada una es única. Usan esta fecha para recordarnos aún el rol social que nos toca como subordinadas. Nos regalan flores a punto de morirse con mensajes puntualizando que somos la esperanza, que nuestras lágrimas son mágicas, que por nuestro esfuerzo silente el mundo es más bello, y cuanta cursilería sacada de dichos populares condescendientes se les ocurre. Pero no somos eso. También somos rudas y fuertes cuando es preciso. También somos violentas porque así hemos aprendido. Si somos abnegadas y desinteresadas fue nada más para que nos amaran. Y no nos aman. Y no nos amamos. Porque no nos conocemos. Porque están colonizados nuestros cuerpos, y nos hemos creído fuente del pecado y el peligro. Lo hemos puesto al servicio de la humanidad, y su control no está en nuestras manos.
Y celebrar un día de esa forma tan hipócrita, nada más para cumplir con el calendario y sus elogios, no gracias. Usemos esta fecha para interpelarnos. Cuestionar lo que creemos es nuestra personalidad y darnos cuenta cuánto de lo aprendido no nos permite ser felices. Desaprendamos el rol de subordinadas y seamos lo que queremos ser. Aprendamos a transformarnos y organizarnos sin reproducir el poder. Y sigamos luchando porque un día no se impongan moldes a nadie. Que la comida, la salud y el trabajo sea de libre acceso para todas las personas. Que del ombligo para adentro cada una decida sus placeres, y que no nos lastime nunca nadie. Y para eso hay que correr el riesgo de desestructurarse.

domingo, 4 de marzo de 2012

III

Crónicas del desvelo

…quién saber por qué parte iremos…

Escribir una crónica de esta naturaleza tantos meses después es una clara señal que sigo en la mierda. Otra cosa por la cual agradecerte. No había encontrado una excusa que ameritara esta esporádica forma de hablar con los demonios que circundan mis desbordes de ansiedad. Meses sin saber de vos y una llamada es suficiente para quedarte pegada, viscosa y negra, a mis ventosas. Me he rumiado cada intercambio de impresiones, que no fueron inocentes, aunque las maquilláramos con una cordialidad que jamás nos ha caracterizado. Siempre has sabido hacer acto de presencia, para salvarme de mis intentos de hacer el bien. Siempre venís a recordarme que el problema no eras sólo vos. Que adentro tengo abismos que empaño con mi sonrisa.

No soy la misma después de nosotras. Me conozco en la piel los atajos a la casa del chay. Me sé poseída. Le temo a mi fuego. Me niego al fuego. Tuve que deshabitarme, tuve que cerrar los ojos, tuve que dejar de amarme. Y cuando me quito la piel puedo ver y sentir las quemadas de cigarro en la ingenuidad. Y tampoco puedo dormir. Apenas hace una semana empecé a ocupar la cama entera sin guardarte espacio. Apenas ha regresado la conciencia de los sueños. Apenas he logrado dormir antes de la media noche. Y no he vuelto a dormir a pierna suelta en la luz plena.

Quiero hacer el amor. Quiero dormir sin necesidad. Quiero llorar a chorros sin que sea por vos. Dejar de verte mientras canto de despecho. No dedicar más estas noches de insomnio a despertarte. Dejar que en mis dedos fluyan versos cursis y enviárselos a ella para que sepa que me gustaría amarla. Entregarle una niña ingenua que no existe porque ya fue violada.

Madrugada del 5 de marzo 2012

jueves, 1 de marzo de 2012

Hay demasiado ruido cuando debiera haber más silencio

Odio tener que socializar a la fuerza.
Me revienta sentirme comprometida y que esperen cosas de mi.
No quiero dar besos nada más porque existe la posibilidad de tenerlos.
No quiero sentirme amada para no sentir la obligación de pagar algo a cambio.
No quiero hablar porque no tengo nada bueno que decir.

Otra vez uno de esos esporádicos ataques de sociopatía.
Otra vez le dio gripe al espíritu.
No puedo entristecer sin hacer escándalo.
A mi silencio le gusta gritar.

1 de marzo 2012/ 6 kan

82

saca su escuálida manita por la ventana
tira el envoltorio plástico del placebo para el hambre

las guitarras de cuatro jóvenes,
que se excusan por causarnos temor,
-sólo somos músicos, perdón si somos feos-
cantan canciones para desamar
sin saber que hoy vengo extrañándome

cuatro o cinco vendedores de cosas innecesarias
uno tras otro
desgarrando su garganta por unas cuantas monedas

cuánto amor falta en el mundo

es, por cierto,
primer día de cuaresma
y tanta negación de amor al propio cuerpo.
pienso que no saben cuánto les daña el culto
a un megalómano necesitado siempre de más dinero.
y le creen que son malos
impuros
pecadores
y se odian por sentirse tan poquito.

cuánto amor falta
cuántos corazones tiesos

el mío sobre todo

¿quién puede sentir amor en la ruta de la 82?