martes, 13 de octubre de 2009

Con nuditos en la garganta....

He estado de mala racha. Real mala racha. En menos de un mes he perdido muchas cosas. Todas materiales afortunadamente. Empezemos: perdí mis lentes en un bus de mi casa a mi trabajo. Me sacaron la billetera de mi bolsa sin que yo me diera cuenta y al día siguiente que iba a pagar unas copias en la U me di cuenta que no estaba. Cuando llamé ya habían vaciado dos cuentas con modestos ahorros, pero que me había costado mucho juntar (sí... en mi billetera también iba mi cédula). Dos días después iba camino a Zacapa y el carro no aguantó la curva y la velocidad y la compañera que iba manejando perdió control del carro. Nos fuimos a dar tremendo trancazo contra el arriate de concreto. El saldo fue mi columna un poco descalabrada... una cita con la quiropráctica y unas dos semanas de dolor y ya estuvo. A los dos días me subí en un bus y lo asaltaron llevándose mi celular. A los dos días me intentaron asaltar en la 6a avenida de la zona 9, pero esta vez subí el vidrio del carro para aplastarle los dedos al asaltante y aceleré. De este incidente me quedé un poco mal.... de ánimos digo. El chavo que me asaltó apenas si podía hablar el español. Imagino que se habrá venido de algún pueblo a buscar suerte en la ciudad y no le quedó más que asaltar chicas en los semáforos. Luego, una semana después, en la Universidad encuentro con que rompieron el vidrio del carro (el mismo que me sirvió de guillotina una semana antes) y se habían llevado mi bolsón con cosas de la U, y un libro que presté en la biblioteca. En este momento comencé a pensar que quizás no todo ha sido una casualidad. Que quizás alguien me estaba haciendo brujería o algo por el estilo. Eso me da más miedo. Siempre me conformo con pensar nada más que vivo en la ciudad de guatemala, y que todo son nada más casualidades de vivir en un país miserable. El precio social que tengo que pagar por tener carro, celular y una cuenta de ahorros.
Pero hoy tengo nuditos en la garganta, por todo lo que me pasa a mí, y todo lo que pasa alrededor también. Hace unas semanas asesinaron a un líder comunitario de El Estor. El relato me causó escalofríos, porque claramente fue un asesinato cometido por la CGN en componendas con el gobierno local. http://mimundo-jamesrodriguez-esp.blogspot.com/2009/09/lider-del-barrio-la-union-asesinado-por.html
Ayer hubo un levantamiento enorme reclamando que 517 años de injusticia han sido suficientes. Sin embargo la inexperiencia de nuestros movimientos, unido con un real cansansio y agotamiento de los explotados de siempre, tiene a veces resultados desastrosos. Ayer mataron a un compita de San Juan Sacatepéquez e hirieron a unos más. En los comunicados oficiales culpan a la oligarquía, a la cementera, al gobierno. Yo sigo pensando que nada más era un tipo que se levantó de mal humor y con el poder de matar a alguien que le estaba estorbando el paso. Porque hay quienes creen que es más importante circular por la ciudad como si fuera de ellos. No llegar tarde al trabajo y ese tipo de cosas tan superficiales a la par de la vida de una persona.
Hoy camino al comedor donde almuerzo vi una imagen desgarradora. Una señora usando la acera como si fuera pila para lavar la ropa. Restregando las prendas contra el concreto de la acera. Enjuagando con una cubeta de agua con jabón. Dos pasos más adelante dos niñas sentadas en bolsas que tenían ropa dentro. La ropa la ponía a secar sobre los carros que estaba cuidando.
No es necesaria la brujería en este país. La tristeza se mete por la venas hasta llegar a la buena vibra y me la mata toda. Quedo completamente sola ante el mundo y su indiferencia.