nos quemaron porque curamos las heridas con
montes
porque nos hacemos cicatrices en la cara
porque no queremos estar en sus cárceles modernas de
normalidad
somos disidentes, somos raras, putas, tortilleras
transitando por transitar
sin refugiarnos en identidades que nos conviertan
en funcionales
nos tatuamos nos perforamos nos rapamos nos
travestimos
somos caóticas
amamos nuestra sangre
nos la tragamos nos pintamos el cuerpo con ella
menstruamos en lienzos menstruamos en copas
no la desperdiciamos
combatir la heterorealidad es hacer matria
no somos binarias, no somos complementarias
no esencializamos el mandato sexualizado en
nuestra carne
dudamos de nuestros deseos
nos resistimos a construir afectos que castren
encontramos hogar donde sentimos fuego
atamos lazos invisibles entre nuestros ombligos
nos bebemos los fluidos
sabemos que todas somos creativas si apagamos la
intelectual occidental con la que hemos subsistido en el mundo racional
la filosofía del patriarca no es nuestra
en sus libros nos hemos odiado
la
debilidad que nos adjudican nos ha llevado a despreciar a nuestras otras
descolonizamos más que el discurso
y rompemos las formas tradicionales de romper
porque no puede haber disidencia conservadora
las trincheras son miles y hemos elegido resistir
desde la cuerpa-política porque es la puerta subversiva
el patriarcado capitalista no quedará intacto
metemos las manos en las grietas que han abierto
las ancestras y le arrancamos la fachada
nos desnudamos ante el espejo
le aullamos a la luna llena
hacemos una revolución sensible
no tememos a la rebelión de nuestros átomos
sabemos que no es suficiente con portar la bandera
púrpura