jueves, 25 de septiembre de 2014



quiero
partirme la piel para llorar sangrando
tatuarme palabras invisibles que cicatricen sin rastro
allí donde tu boca despertó mi universo
allí donde tu saliva sembró estrellas

lunes, 22 de septiembre de 2014



lo peor de estar sola es sentirme sola
buscar lazos leves
múltiples lazos
para que no haya silencio
buscarme en un libro como buscando un espejo
privándome de amar por el placer de sufrir
porque ser miserable es cómodo
es abrazar el pesimismo
es –casi- como dejar de bracear contra la corriente
o dejarse seducir por el vértigo
y decidir morir volando

miércoles, 17 de septiembre de 2014



volar bajo porque no hay de otra
porque la felicidad es una lucha
y a veces me quedo sin ganas
soy la bruja que decidió gritar desde la hoguera
y ando disfónica
se fue la sombra y el exceso de luz los ojos me asombra
me hago el amor a solas
me muerdo los dedos
me abrazo a la penumbra

sólo la muerte del orgasmo
me ayuda a dormir
sin miedo

lunes, 8 de septiembre de 2014



si ser caótica no doliera tanto
disfrutaría las ganas de tener ganas
pero las sufro con la intensidad del apego
las sufro como fuego en las palmas de las manos
no he pagado al contado
me falta un beso
el calor entre las piernas me dan ganas de llorar
la soledad nunca me había dejado sin su perfume
la luna no me quiere escuchar
con el mar se ha ido todo
preferí navegar sin rumbo a la seguridad del hogar
los inmensos brazos del océano
no me abrazan si no es con tormenta

jueves, 4 de septiembre de 2014



los ojos no encuentran descanso
si hay alcohol en el estómago
su impaciencia inunda el torrente sanguíneo
aún no duermo y ya quiero estar despierta
me está ganando la euforia de sentirme viva

intoxicada
si
porque fuera de mi el caos no es hermoso

martes, 2 de septiembre de 2014

poesía venenosa



Escribir es crisis
la tinta me sale del cérvix
debo sacarla con mi dedo sin miedo al dolor del placer de placebos
me entrego a lo eterno de esta tristeza que no precisa certezas
la vida es ácida cereza
asida a mi cabeza las memorias que me pesan
así da igual si mi rudeza de maleza es mala hierba
tragué hiedra y se poliedra ante mis ojos una estrella
vaya mierda precisar vanidad sobre esta piel yerta
el destello dio brillo sobre el espejo del cielo me reflejé en el hielo y al verme
el corazón se me hizo piedra
hoy hay tregua

envenenada accedo a los cajones olvidados de mi alma
una gota de sudor recorre mi espalda
el sol apenas alumbra y la ciudad aún no se levanta
me siento animala palpitando con la respiración de una jacaranda
entonces a las palmas de mi manos les crecieron plantas
y alimento de mi placenta palabras combinadas que escupe mi garganta
o si no
me atraganta

no tengo miedo al caos
a la rebelión de mis átomos
al nudo en el estómago que me desato
al arrebato de histeria que me recorre sin recato
rodearme sólo de gatos
del ronroneo del murmullo de los arroyos que nacen de los tejados
del olor a libros en el que escondo mi nariz todos los días un rato
se ha roto el encanto
las burbujas se van reventando
hay cosas que duelen tanto
prefiero desangrarme en armonías de llanto
organizo mi rabia en métricas de espanto
todas las noches para morir y renacer aunque sea un poco: canto

no esperes nada de esta poesía envenenada